Los criterios ESG, el camino hacia un liderazgo empresarial responsable.Los criterios ESG, el camino hacia un liderazgo empresarial responsable.

Los criterios ESG, el camino hacia un liderazgo empresarial responsable.Los criterios ESG, el camino hacia un liderazgo empresarial responsable.

En España existen alrededor de tres millones de empresas, de las cuales alrededor de un 70% cuenta con propósito definido de generar impacto positivo entre sus grupos de interés. José Antonio Segarra, acérrimo defensor del impacto social de las empresas, tenía la firme convicción de que una compañía debía ser una herramienta para transformar el mundo. Movidos por esta creencia y con el claro objetivo de ser un motor de cambio nació en el año 2010 Holaluz.

Once años después, Holaluz no solo lidera la transición energética en España si no que lo hace a través de un modelo de negocio de impacto que permite dar respuesta al reto global de la transición energética y el cambio climático a través de conectar a las personas a la energía verde.
Nuestro compromiso es a largo plazo. Adquiriendo una responsabilidad con las generaciones futuras en todo lo que hacemos. Por este motivo, decidimos en junio de 2020 dar un paso más en la creación de valor social, ambiental y económico y ejecutamos La Revolución de los Tejados. El objetivo es ofrecer una solución a largo plazo para hacer frente a la situación de emergencia energética y ambiental en la que nos encontramos; transformando cada m2 de tejado viable en España en energía 100% verde para todos que permitirá acabar con los problemas de precios y ambientales para siempre.
Pero este propósito y visión de compañía también lo aplicamos internamente con nuestros empleados y se materializa a través de nuestra cultura y valores. De esta manera, nos aseguramos de que todas y cada una de las personas que forman parte del equipo, estén comprometidas con esta forma de trabajar y cambiar el mundo.

Dentro de nuestra estratégia, proponemos un modelo de empresa en el que las personas puedan desarrollarse de forma holística. Esto significa proporcionar todas las herramientas para que las personas puedan tener flexibilidad y autonomía para desarrollar sus responsabilidades, así como poderlas combinar con su vida personal. Ejemplos de ello son el trabajo por objetivos y la flexibilidad horaria. Todo ello ha contribuido a hacer de Holaluz una empresa prácticamente paritaria, a todos los niveles de decisión y en todos los equipos. Una situación de la que presumimos y que se ha generado de forma totalmente orgánica. Solamente hay un equipo en el que ha sido, y sigue siendo, necesario aplicar cuotas, el de Tecnología, donde la compañía ha puesto el foco para convertirse en 100% paritaria.

Como resultado, Holaluz fue la primera eléctrica europea en recibir la certificación B Corp, un sello que engloba a más de 2.400 empresas de 50 países y cuyo objetivo es dar visibilidad a compañías que, más allá de generar ganancias económicas, innovan para maximizar su impacto positivo en los empleados, en las comunidades donde sirven y en el medio ambiente. Asimismo, en 2020, Holaluz fue reconocida como primera compañía eléctrica del mundo en términos de ESG (Environmental, Sustainability and Governance) por sustainalytics. Una distinción que nos ha permitido consolidar nuestra estratégia ESG y orientar todas nuestras acciones acorde con los Objetivos de Naciones Unidas.
Desde entonces, hemos tenido la oportunidad de formar parte de una comunidad global de empresas que día a día luchan para demostrar que hacer las cosas bien siempre da mejores resultados. Lo que nos ha permitido sumar fuerzas para generar un cambio sistémico que permita construir una economía equitativa, inclusiva y regenerativa para todas las personas y el planeta.

Pero para que el cambio sea real y cumplir con los ambiciosos objetivos de la Agenda 2030 en materia social y ambiental es necesario un compromiso por parte de las administraciones que permita impulsar un nuevo modelo económico y empresarial más inclusivo y sostenible.
En este sentido, la Unión Europea ha hecho en los últimos años varios avances con el fin de cambiar las reglas del juego para transformar la economía y hacerla más sostenible e integrativa. Prueba de ello es su compromiso público a impulsar los criterios ESG así como el desarrollo de una nueva regulación ambiental en ámbitos como la economía circular, la biodiversidad, las energías renovables o la eficiencia energética a través del Pacto Verde Europeo.
España, a diferencia de Europa, lleva años de retraso en la integración de los criterios ESG en las estrategias empresariales. Para que las empresas se conviertan en herramientas de cambio, no basta con solo dedicar parte de los recursos a cumplir con las diferentes normativas en materia de sostenibilidad. Las compañías deben integrar los criterios ESG como parte de su ADN.

Lo tenemos todo a favor para liderar la transformación del modelo empresarial actual hacia un liderazgo más responsable con el medio ambiente y la sociedad. Más de la mitad de las empresas del país cuenta con un propósito empresarial definido mientras que se estima que en 2025 entre un 51 y un 57 por ciento de compañías tendrán en cuenta los criterios ESG en su estratégia de compañía.
Disponer de un marco ESG robusto beneficia a todo el ecosistema empresarial para cumplir con unos objetivos comunes y transformar, de este modo, el modelo económico actual hacia un modelo más integrativo y sostenible para el conjunto de la sociedad.

Pero la dificultad que llevamos arrastrando para comprometernos con los valores que la sociedad reclama como comunes pone al descubierto la falta de una responsabilidad pública con los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados por Naciones Unidas. Sin embargo, sea quizás una cuestión mucho más amplia la que esté en juego: adquirir un compromiso a largo plazo que determinará nuestro futuro y el de las generaciones venideras.
En España existen alrededor de tres millones de empresas, de las cuales alrededor de un 70% cuenta con propósito definido de generar impacto positivo entre sus grupos de interés. José Antonio Segarra, acérrimo defensor del impacto social de las empresas, tenía la firme convicción de que una compañía debía ser una herramienta para transformar el mundo. Movidos por esta creencia y con el claro objetivo de ser un motor de cambio nació en el año 2010 Holaluz.

Once años después, Holaluz no solo lidera la transición energética en España si no que lo hace a través de un modelo de negocio de impacto que permite dar respuesta al reto global de la transición energética y el cambio climático a través de conectar a las personas a la energía verde.
Nuestro compromiso es a largo plazo. Adquiriendo una responsabilidad con las generaciones futuras en todo lo que hacemos. Por este motivo, decidimos en junio de 2020 dar un paso más en la creación de valor social, ambiental y económico y ejecutamos La Revolución de los Tejados. El objetivo es ofrecer una solución a largo plazo para hacer frente a la situación de emergencia energética y ambiental en la que nos encontramos; transformando cada m2 de tejado viable en España en energía 100% verde para todos que permitirá acabar con los problemas de precios y ambientales para siempre.
Pero este propósito y visión de compañía también lo aplicamos internamente con nuestros empleados y se materializa a través de nuestra cultura y valores. De esta manera, nos aseguramos de que todas y cada una de las personas que forman parte del equipo, estén comprometidas con esta forma de trabajar y cambiar el mundo.

Dentro de nuestra estratégia, proponemos un modelo de empresa en el que las personas puedan desarrollarse de forma holística. Esto significa proporcionar todas las herramientas para que las personas puedan tener flexibilidad y autonomía para desarrollar sus responsabilidades, así como poderlas combinar con su vida personal. Ejemplos de ello son el trabajo por objetivos y la flexibilidad horaria. Todo ello ha contribuido a hacer de Holaluz una empresa prácticamente paritaria, a todos los niveles de decisión y en todos los equipos. Una situación de la que presumimos y que se ha generado de forma totalmente orgánica. Solamente hay un equipo en el que ha sido, y sigue siendo, necesario aplicar cuotas, el de Tecnología, donde la compañía ha puesto el foco para convertirse en 100% paritaria.

Como resultado, Holaluz fue la primera eléctrica europea en recibir la certificación B Corp, un sello que engloba a más de 2.400 empresas de 50 países y cuyo objetivo es dar visibilidad a compañías que, más allá de generar ganancias económicas, innovan para maximizar su impacto positivo en los empleados, en las comunidades donde sirven y en el medio ambiente. Asimismo, en 2020, Holaluz fue reconocida como primera compañía eléctrica del mundo en términos de ESG (Environmental, Sustainability and Governance) por sustainalytics. Una distinción que nos ha permitido consolidar nuestra estratégia ESG y orientar todas nuestras acciones acorde con los Objetivos de Naciones Unidas.
Desde entonces, hemos tenido la oportunidad de formar parte de una comunidad global de empresas que día a día luchan para demostrar que hacer las cosas bien siempre da mejores resultados. Lo que nos ha permitido sumar fuerzas para generar un cambio sistémico que permita construir una economía equitativa, inclusiva y regenerativa para todas las personas y el planeta.

Pero para que el cambio sea real y cumplir con los ambiciosos objetivos de la Agenda 2030 en materia social y ambiental es necesario un compromiso por parte de las administraciones que permita impulsar un nuevo modelo económico y empresarial más inclusivo y sostenible.
En este sentido, la Unión Europea ha hecho en los últimos años varios avances con el fin de cambiar las reglas del juego para transformar la economía y hacerla más sostenible e integrativa. Prueba de ello es su compromiso público a impulsar los criterios ESG así como el desarrollo de una nueva regulación ambiental en ámbitos como la economía circular, la biodiversidad, las energías renovables o la eficiencia energética a través del Pacto Verde Europeo.
España, a diferencia de Europa, lleva años de retraso en la integración de los criterios ESG en las estrategias empresariales. Para que las empresas se conviertan en herramientas de cambio, no basta con solo dedicar parte de los recursos a cumplir con las diferentes normativas en materia de sostenibilidad. Las compañías deben integrar los criterios ESG como parte de su ADN.

Lo tenemos todo a favor para liderar la transformación del modelo empresarial actual hacia un liderazgo más responsable con el medio ambiente y la sociedad. Más de la mitad de las empresas del país cuenta con un propósito empresarial definido mientras que se estima que en 2025 entre un 51 y un 57 por ciento de compañías tendrán en cuenta los criterios ESG en su estratégia de compañía.
Disponer de un marco ESG robusto beneficia a todo el ecosistema empresarial para cumplir con unos objetivos comunes y transformar, de este modo, el modelo económico actual hacia un modelo más integrativo y sostenible para el conjunto de la sociedad.

Pero la dificultad que llevamos arrastrando para comprometernos con los valores que la sociedad reclama como comunes pone al descubierto la falta de una responsabilidad pública con los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados por Naciones Unidas. Sin embargo, sea quizás una cuestión mucho más amplia la que esté en juego: adquirir un compromiso a largo plazo que determinará nuestro futuro y el de las generaciones venideras.

Carlota Pi Cofundadora y Presidenta de Holaluz

Carlota Pi Cofundadora y Presidenta de Holaluz
Carlota Pi Cofundadora y Presidenta de Holaluz