Crecientes expectativas en ESG con menguantes resultados reputacionales: cómo revertirlo.Crecientes expectativas en ESG con menguantes resultados reputacionales: cómo revertirlo.

Crecientes expectativas en ESG con menguantes resultados reputacionales: cómo revertirlo.Crecientes expectativas en ESG con menguantes resultados reputacionales: cómo revertirlo.

Los aspectos medioambientales, sociales y buen gobierno (ESG, o en español ASG) tienen una creciente importancia para todos los grupos de interés.

Por un lado, son un ámbito donde la presión regulatoria es contundente; solo a modo de ejemplos en los últimos años se han desarrollado el Plan de Acción de Finanzas Sostenibles, la Taxonomía verde de la UE y la próxima taxonomía social, CRR2 y CRD5, SFDR, etc.

La inversión sostenible creció en España un 36% en 2019 y alcanza ya los 285.454 millones de euros gestionados en 2020. Los riesgos ambientales siguen siendo los más relevantes en términos de probabilidad e impacto y los que más han crecido en el periodo acumulado 2015-2021. El 86% de los consumidores considera aspectos medioambientales en su compra y el 76% paga más por ellos. El 78% de las empresas españolas ya incluyen los ODS en sus informes anuales. Y el 45% de las empresas del FTSE 100 cuenta con objetivos ESG en sus incentivos. Ya supone el 15% de peso medio sobre el total de la remuneración variable de la compañía.

Pese a su apuesta por aspectos ESG, muchas empresas no están obteniendo el reconocimiento reputacional y rendimiento en negocio esperado. La comunicación y el diálogo transparente con los grupos de interés son las claves.

En definitiva, hay una clara necesidad, una competencia y una gran oportunidad de negocio en dotarse de un estrategia y posicionamiento claro para abordar las exigencias medioambientales, sociales y de buen gobierno de los diferentes stakeholders.

Nadie duda de esa nueva dirección enfocada a crecimiento sostenible y a actuar bajo los criterios ESG de forma proactiva, pero pocas compañías lo están afrontando con éxito. El principal problema es que no están obteniendo el reconocimiento reputacional y rendimiento en negocio esperado de su apuesta por el ámbito ESG. La comunicación y el diálogo transparente con los grupos de interés son las claves.

El desafío de la sostenibilidad es comunicar al mercado, reguladores y a la Sociedad en general para que sea reconocida, creíble y poder capturar su valor, lo que permitirá a las empresas atraer al consumidor, inversores, talento, aliados y generar buena relación con los reguladores.

La generación de confianza basada en comunicación y transparencia en todo lo relacionado con sostenibilidad determinará la reputación y el beneficio futuro.

Es primordial entender las expectativas, escuchar y analizar para saber dónde estoy, y a partir de ahí, primero generar cultura interna, minimizar los riesgos y avanzar con un diálogo y comunicación transparente que permita liderar territorios de algo tan amplio como las cuestiones medioambientales, sociales y de buen gobierno sin caer en el goodwashing y generando confianza.

Almudena Alonso Directora Senior Stakeholders Management LLYC

Almudena Alonso Directora Senior Stakeholders Management LLYC